Mitos de la Medicina Estética: Lo Que Crees… Y No es Cierto

17 de julio de 2025 Estética

¿Cuántas veces has escuchado que “los neuromoduladores dejan la cara como un robot”? ¿O que una vez que empiezas con tratamientos estéticos ya no puedes parar? Casi todas estas informaciones son falsas.

La medicina estética ha avanzado mucho, pero los mitos siguen viajando más rápido que la información. Por eso, hoy vamos a desmentir algunos de los mitos más comunes de la medicina. No desde el juicio, sino desde la experiencia y la ciencia.

Este es el clásico de los clásicos. Y sí, alguna vez lo hemos visto en televisión: cejas levantadas sin control, frentes que parecen de mármol… Pero eso no es el neuromodulador, es un mal uso del neuromodulador.

Con el paso de los años, aumenta la fuerza y la actividad de músculos faciales que transmiten emociones negativas, como el enfado, la tristeza o el cansancio. Con los neuromoduladores, bloqueamos de forma específica la actividad de estos músculos para que la expresión se vea más suave y relajada. Con una buena técnica obtendremos resultados naturales y, aplicado tempranamente, el efecto será preventivo y tardaremos más en desarrollar arrugas estáticas (aquellas que ya no se borran en reposo).

Cada vez más hombres se sienten con confianza ante la estética, buscando verse mejor, sentirse más seguros, y cuidar de su imagen sin perder naturalidad. Desde tratar ojeras, mejorar la calidad de la piel, o redefinir el óvalo facial; la estética no es cuestión de género, es cuestión de bienestar.

Recientemente en los medios apareció el caso de una actriz de Hollywood a la que le había cambiado completamente su aspecto y todo se atribuía a una técnica concreta. Siento deciros que esto es un bulo. Actualmente, no es posible con un solo tipo de técnica o tratamiento mejorar y reducir todos los signos del envejecimiento. No se tratan igual la pérdida de volumen o la flacidez, ni las arrugas estáticas o las dinámicas o la calidad de la piel. Es cierto que con algunas técnicas podemos mejorar varios problemas, pero la norma es tener que combinar los recursos que tenemos mediante un plan de tratamiento personalizado. De igual manera, muchos de estos tratamientos requerirán varias sesiones para alcanzar el beneficio buscado.

Realizarse tratamientos de medicina estética con regularidad o cierta periodicidad no se tendría que considerarse adicción. Vamos a desmontar este mito.

1- Podemos hacer una analogía con el deporte y la alimentación: para mantener los beneficios del ejercicio y la dieta sana, es necesario que haya constancia y continuidad en el tiempo. Dado que el envejecimiento es progresivo (pérdida de hueso, volumen, colágeno y elastina), si queremos retrasarlo tiene sentido tener que ir haciendo cierto mantenimiento para reponer lo perdido.

2- Actualmente, no se utilizan materiales inyectables permanentes, por lo que el efecto ganado se irá perdiendo con el paso del tiempo y habrá que irlo reponiendo.

3- Los neuromoduladores tienen una duración de unas 12-16 semanas. Se utilizan también para otras indicaciones médicas como contracturas, migrañas e hiperhidrosis. A nadie se le ocurriría decirle a un paciente migrañoso que es adicto a la toxina botulínica.

Seguro que alguna vez has visto unos labios o pómulos sobredimensionados, pero eso se debe a un mal uso del ácido hialurónico, bien por técnica o por exceso de producto.En las manos adecuadas, es un producto seguro, reabsorbible y extraordinariamente útil para recuperar y recomponer volúmenes, hidratar o redefinir sin cambiar tu esencia. 

Cada paciente es único y cada persona necesitará un tratamiento diferente y en una cantidad distinta. En mi opinión, “menos es más”. Lo interesante es crear un plan de tratamiento personalizado y con prioridades bien establecidas para conseguir un impacto real en cómo te ves y te sientes. No se trata de hacer mucho, sino lo justo y necesario en el momento correcto.

En muchos casos, detrás de las decisiones estéticas, se ocultan profundas inseguridades, historias muy personales, y muchas veces, afectan a la autoestima. La medicina estética no solo mejora la apariencia, sino que puede ayudar a mejorar la relación de una persona consigo misma y recuperar su confianza.

Los tratamientos de medicina estética no están exentos de riesgos y complicaciones. Por lo tanto, es fundamental que el profesional que lo realiza esté debidamente formado, que se realice en un espacio médico autorizado que garantice las mejores condiciones para su realización. 

Por lo tanto, un tratamiento estético realizado por un médico, en una clínica certificada y con materiales seguros, no es un acto peligroso, es un acto responsable.

En el mundo de la medicina estética, los mitos falsos circulan a toda velocidad. Por eso, desde la consulta de la Dra. Lorente, creemos que hablar claro es tan importante como tratar bien. ¿Has escuchado alguna vez algo que te genera dudas sobre la medicina estética? No te quedes con la duda, pregunta e infórmate con nosotros.

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